Elena Reig

Psicóloga col. 9.279 — Rambla, 9 2º 2ª Sabadell

Terapia de pareja VI. Mitos sobre la pareja

Terapia de pareja VI

¿Es verdad todo lo que dicen de las parejas? ¿me ocurre a mí lo mismo? A continuación exponemos algunos de los mitos sobre las parejas, esperemos os gusten.

–        La llegada de un hijo resuelve los problemas de pareja: la llegada de un hijo, en contra de lo que creen muchas parejas, no mejora los problemas de la misma ni su convivencia. En este sentido, incluso puede ocurrir todo lo contrario, es decir que la aparición de un bebé en la familia separe aun más a los miembros y crear más conflictos añadidos a los ya existentes. Del mismo modo, tampoco parece demasiado justo hacer que los propios hijos carguen con esta “misión” de solucionar un matrimonio, ya que esta posición le hará sufrir también a él o ella.

–        Si mi pareja o yo no sentimos celos, es que nuestro amor no es verdadero: En una relación de pareja en la que ambos miembros están seguros no hay cabida para los celos, si se entienden éstos como una amenaza de pérdida o de inseguridad con respecto al otro.

 –        Si se está enamorado, uno no se puede sentir atraído por otras personas: El amor y la atracción son dos cosas diferentes y la primera no “bloquea”  la segunda, así pues es normal que a uno le pueda atraer otra persona sin que este hecho signifique que se ama menos a la propia pareja. Aquí, entra en juego la fidelidad y el acuerdo de exclusividad al que hayan llegado ambos miembros de la pareja.

–        El amor romántico es el que se da en un buen matrimonio y el que lo mantiene: Muchas parejas creen de forma errónea que el romanticismo ha de perdurar a lo largo de toda la relación, sin embargo, este factor parece que cuando alcanza su mayor grado es únicamente en la fase inicial, cuando aparece un amor pasional, romántico e íntimo con en el que los miembros de la pareja que comienzan su andadura en común disfrutan y a menudo fantasean, por esto es que en ocasiones se llega incluso a idealizarlo y a esperar que el resto de la relación futura se mantenga de este modo.

–        Ambos miembros de la pareja deberían hacer todo juntos: Esta falsa creencia parte de la base de una relación fusional total entre los dos componentes de la diada. No obstante, del mismo modo que es buen indicador compartir actividades, aficiones y tiempo, es necesario igualmente que cada uno pueda disponer de un espacio propio de dedicación y cultivación personal con el que disfrutar y sentirse a gusto como persona individual, no únicamente como parte de una pareja.

–        La pareja que quiere de verdad, adivina siempre lo que el otro piensa y siente: de este enunciado es posible vislumbrar una exigencia para con uno mismo, porque he de saberlo todo sobre mi cónyuge y si no es así soy una mala pareja, y hacia el otro miembro igualmente, porque si no sabe lo que siento o pienso es que no sabe ponerse en mi lugar ni me entiende. Puesto que es imposible conocer siempre lo que el otro piensa o siente por muy bien que se le conozca, “estar dentro de su cabeza”, esto es muy probable que genere un conflicto.

–        Es posible transformar a la pareja a nuestro gusto: Si a uno no le gusta la pareja con la que ha decidido compartir su vida, es muy probable que aunque lo intente cambiar tampoco. Una cosa son los pequeños ajustes y adaptaciones que hace cada miembro para la vida en pareja y otra muy distinta son las exigencias de cambio para que él o ella se ajuste a lo que uno quiere en todo momento.

Terapia de pareja VI

Terapia de pareja VI

Terapia de pareja VII Motivos de consulta más corrientes

Terapia de pareja VII

Por suerte, cada vez con más frecuencia las parejas que lo consideran necesario acuden a una consulta psicológica para intentar solucionar aquellos problemas que les aquejan o para superar esa crisis que están atravesando y dificulta su relación.

Así, entre los motivos de consulta más frecuentes que es posible observar en consulta se encuentran, entre otros:

–       Discusiones habituales: disputas frecuentes en las que los diferentes puntos de vista se polarizan y alejan, dificultando el consenso y radicalizando la posición de cada uno de los miembros, los cuales a menudo se niegan a ceder.

–       Cambio o estancamiento en alguna etapa del ciclo vital: es habitual encontrar parejas en las cuales tras el nacimiento del primer hijo por ejemplo, los miembros no logran una adaptación óptima a dicha etapa y se produce un distanciamiento entre ambos, existe por tanto, una dificultad de adaptación a la nueva fase. Igualmente, también es posible encontrar parejas en las que uno de los miembros se queda estancado en fases anteriores del ciclo vital, mientras el otro parece continuar con el avance y progreso.

–       Infidelidad: otro de los motivos frecuentes de consulta en terapia de pareja es la infidelidad llevada a cabo por uno de los miembros de la misma, situación dolorosa y normalmente difícil de superar sin una ayuda externa y profesional.

–       Discrepancias en cuanto al cuidado y educación de los hijos: los miembros de una pareja también pueden llegar a distanciarse si en lo relativo a los propios hijos y su educación no están de acuerdo, no se respetan y se contradicen. Aquí normalmente se interpreta la discrepancia del otro como un ataque e invalidación hacia la propia actuación parental, lo cual es advertido por los hijos que intentan aliarse con uno u otro progenitor incrementando así el enfrentamiento parental.

–       Problemas sexuales: dentro de la pareja la actividad sexual constituye un pilar fundamental para su buen funcionamiento, de este modo, si ésta se ve alterada es plausible que aparezcan problemas y fricciones dentro de la pareja. En este sentido, es habitual que el problema sexual aparezca como consecuencia de otro de mayor calado y de la voz de alarma para avisar de que algo ocurre.

–       Problemas psicológicos de uno de los miembros de la pareja: Esta situación ocurre cuando uno de los miembros de la pareja tiene algún problema o trastorno psicológico que éste se niega a reconocer, lo cual inevitablemente afecta a la relación y al otro miembro de la pareja ya que se generan conflictos habituales.

–       Problemas relacionados con la familia extensa del otro miembro de la pareja: la familia política a menudo es motivo de conflicto dentro de la pareja, generalmente por la falta de diferenciación de uno de los miembros para con su familia de origen. Ante esta situación, es difícil para ese miembro poco diferenciado el establecer límites y normas con lo que se permite, de forma indirecta, la opinión, crítica o intromisión excesiva de esa familia en la pareja y todo lo que la rodea.

Terapia de pareja VII

Terapia de pareja VII

 Si alguno de estos problemas citados se dan en la propia pareja, lo recomendable es poder iniciar un proceso terapéutico que pueda contribuir a superar tales conflictos al tiempo que permite volver a encontrarse a los miembros de la pareja distanciados y alejados.

Terapia de pareja VIII – consulta –

Terapia de pareja VIII

El psicólogo es un profesional al que mucha gente tiene reparo acudir, creencias como que es para “locos” o que te van a preguntar cosas con las que te sientes incómodo te lleva a aplazar el llamar a solicitar una consulta. Estos hechos se acrecientan cuando tienen que ir dos personas, porque surge el pensamiento de “Como me van a ayudar si casi no nos conocen o no saben cómo es nuestra situación”.

Las parejas tienen que enfrentarse a muchas situaciones difíciles y estresantes que muchas veces dañan la relación: problemas económicos, nacimiento de hijos, cambios de residencia o trabajo o dificultades en las familias de origen. Todo ello afecta en mayor o menor medida a la pareja; la creencia popular de que el tiempo lo cura todo hace que en ocasiones las parejas se erosionen y las relaciones se enfríen. Es cierto que el tiempo hace que la emoción no sea tan intensa pero la erosión que ha hecho en la relación de pareja tarde o temprano saldrá a la luz, en el momento que menos te lo esperes y por el motivo más “tonto”.

Al acudir a la terapia de pareja, ambos miembros se escuchan, expresan lo que a veces no son capaces de decir al otro por miedo a su reacción, y la forma en la que lo expresa es la adecuada ya que el hacerlo delante de un profesional aplaca la emoción. Las dos psicólogas que os acompañan en el proceso visualizan la situación desde el exterior y facilitan la visión de los posibles atajos y cómo cada uno siente y vive el acontecimiento.

Si percibes que tu pareja no es lo que era, que ya no compartís cosas, no os comunicáis o estáis más tensos, acudir a una terapia de pareja, la primera es gratuita y os daréis cuenta que al igual que la “aspirina” mejora tu dolor de cabeza, la terapia mejora tu relación de pareja.

Terapia de pareja VIII

Terapia de pareja VIII

No esperes a estar enfadados, date el capricho de vivir más feliz con la persona con la que compartes tu vida. Recuerda vivir y no sobrevivir.

Terapia de pareja X. 10 buenos hábitos para mejorar la relación de pareja

Terapia de pareja X

Las relaciones de pareja a menudo son complicadas y conllevan situaciones difíciles de entender, esto puede provocar un cierto nivel de hastío y frustración los cuales den lugar al olvido de algunas cuestiones relativas a la pareja en su totalidad y al otro en particular.

A continuación se ofrecen una serie de consejos que pueden ayudar a superar esas barreras. Entre ellos destacamos:

–       Conseguir obtener todos los días al menos veinte minutos para hablar con la pareja de las cosas que atañen a la misma y su día a día. Si la pareja tiene niños, igualmente es necesario este espacio puesto que, además de padres continúan siendo pareja.

–       Aceptar las partes del otro que puedan gustar menos, o incluso no gustar, y no intentar cambiarle por completo, entre otras cosas porque de este modo se convertiría en otra persona diferente de la que nos enamoramos. Podrá haber una variación de ciertos aspectos, pero no un cambio radical.

–       No esperar que las propias necesidades y expectativas estén en todo momento cubiertas por el otro ya que es imposible que la pareja esté siempre pendiente de uno; esto sería una utopía y algo inalcanzable. Es más adaptativo y funcional considerar que mi pareja podrá cubrir buena parte de mis necesidades y expectativas, pero no la totalidad.

–       Aprender a preguntar si no se ha comprendido algo de lo que haya dicho el otro en lugar de interpretar, pues se puede cometer el error frecuente de considerar algo que realmente no es por estar sesgada esa consideración.

–       Cultivar tiempo de ocio en común y de calidad, que sirva para compartir y disfrutar en conjunto.

–       Cultivar tiempo de ocio por separado. Es importante que cada miembro de la pareja también posea un tiempo propio de esparcimiento, ya que de este modo se atiende a sí mismo, se encuentra mejor y, por extensión, puede atender mejor a su pareja; si uno se encuentra bien consigo mismo, podrá encontrarse mejor con los demás, incluida su pareja.

–       Explicitar desde un comienzo lo que se está dispuesto a tolerar y lo que no en la relación. De este modo se establecen límites claros desde el principio, los cuales no darán lugar a posibles confusiones y malos entendidos al respecto.

–       Explicitar la relación que se tendrá con las familias de origen de cada miembro de la pareja, estableciendo aquellos límites que manifiesten hasta dónde podrán penetrar dichas familias.

–       Aceptar que “ceder no es perder”hay ocasiones en las que primará lo propio y otras en que primará lo del otro miembro de la pareja, se trata de un intercambio y no de una competición.

Ponerse en el lugar del otro y ser empático con la pareja. Con esta actitud el otro sentirá que es comprendido lo cual favorecerá la cercanía.

Terapia de pareja X

Terapia de pareja X

Terapia de pareja IX – dejarse llevar por un tercero

Terapia de pareja IX

Los seres humanos no solemos valorar lo que tenemos, las cosas buenas de la vida que disfrutamos a diario, se acaban convirtiendo en algo rutinario, corriente, y dejamos de ver su valor.

Este ocurre muchas veces en las parejas, nos acostumbramos a lo que tenemos y dejamos de valorarlo como se merece. Podemos tener al lado una persona maravillosa, con un montón de cosas buenas, de la que algún día nos enamoramos, que llega un momento, con el paso del tiempo, que nos acostumbramos a verla y tenerla al lado. Pensamos que es lo normal y dejamos de ver lo extraordinario que es esa persona. Dejamos de cuidarla y en ocasiones, nos descuidamos. Así acuden a nosotros parejas, que dejándose llevar por la ilusión del momento, toman una decisión equivocada, y deciden tontear con una tercera persona.

Un placer momentáneo o un vivir el momento y dejarse llevar, puede ser placentero en muy corto plazo, pero puede que nos arrepintamos el resto de nuestra vida. Si algún día decidimos que la persona que tenemos a nuestro lado día tras día, era la persona de nuestra vida, quizá esa siga siendo la mejor decisión. Y si esa persona perdió su encanto, también quizá sea responsabilidad nuestra el no verlo o que la chispa se haya pagado. Volcar nuestros esfuerzos en esa decisión que tomamos un día puede resultar a largo plazo mucho más placentero y satisfactorio.

Terapia de pareja IX

Terapia de pareja IX

 Cuidado con dejarse llevar por el momento, pues a veces sale muy caro el precio a pagar.

 

Autoestima

Autoestima

¿Qué es la autoestima?

Existen muchas definiciones de autoestima. En terminos generales, podemos decir que la autoestima en los niños es la valoración que tienen de sí mismos.

Es en la infancia cuando se construyen los cimientos sobre los que se asienta la autoestima.  Un niño de 5 años dispone ya de datos suficientes como para formarse una idea sobre quién es. Esos datos provienen, fundamentalmente, de lo que los demás le dicen cuando se relacionan con él, especialmente sus padres, como las personas más significativas para el niño.

Los niños con buena autoestima son capaces de aceptarse con sus aciertos y errores, valorarse y tener iniciativa, superarse a pesar de los fracasos. En definitiva, es capaz de quererse. En contrapartida, los niños con baja autoestima creen que no están a la altura de lo esperado y tendrán una imagen negativa de ellos mismos.

 

Beneficios de una sana autoestima en los niños

Los niños con una sana autoestima saben que ellos son los responsables de sus actos, y no atribuyen sus éxitos y fracasos a la suerte, sino a factores que dependen de ellos y que pueden cambiar. Los principales beneficios de una sana autoestima en los niños son los siguientes:

  • Ser conscientes de sus logros y así fomentar una actitud basada en el “yo puedo”.
  • Aprender a creer en ellos mismos.
  • Desarrollar un diálogo interno positivo.
  • Ver el lado bueno de las cosas.
  • Identificar sus cualidades positivas y áreas de excelencia.
  • Aumentar la confianza en ellos mismos ayudándoles a reconocer sus cualidades especiales.

En definitiva, los niños con una sana autoestima son aquellos que cuentan con unas habilidades sociales adecuadas para poder afrontar con éxito distintas situaciones, tienen un alto nivel de autocontrol de sus impulsos y un optimismo que les ayuda a ver el lado medio lleno de la botella y que les aleja de los estados de ánimo depresivos en su vida adulta.

Cómo mejorar la autoestima de los niños

La autoestima no  se puede cambiar directamente. Nuestra experiencia en consulta nos indica claramente que no por decirle a un niño o adolescente que deje de pensar de forma negativa sobre sí mismo va a dejar de hacerlo inmediatamente. Para lograr cambios en este sentido, el abordaje terapéutico ha de ser indirecto, a través de la combinación de diferentes estrategias: en algunos casos se tratará de cambiar el comportamiento del niño, en otras de recompensar más explícitamente sus logros o de minimizar sus fracasos, desarrollar habilidades sociales…

Que los niños desarrollen una sana autoestima implica también que aprendan a aceptarse tal y como son, que reconozcan sus limitaciones para, desde ahí, intentar mejorarlas.

Autoestima

Autoestima

Autoestima niños

Autoestima niños

¿Qué es la autoestima?

Existen muchas definiciones de autoestima. En terminos generales, podemos decir que la autoestima en los niños es la valoración que tienen de sí mismos.

Es en la infancia cuando se construyen los cimientos sobre los que se asienta la autoestima.  Un niño de 5 años dispone ya de datos suficientes como para formarse una idea sobre quién es. Esos datos provienen, fundamentalmente, de lo que los demás le dicen cuando se relacionan con él, especialmente sus padres, como las personas más significativas para el niño.

Los niños con buena autoestima son capaces de aceptarse con sus aciertos y errores, valorarse y tener iniciativa, superarse a pesar de los fracasos. En definitiva, es capaz de quererse. En contrapartida, los niños con baja autoestima creen que no están a la altura de lo esperado y tendrán una imagen negativa de ellos mismos.

 

Beneficios de una sana autoestima en los niños

Los niños con una sana autoestima saben que ellos son los responsables de sus actos, y no atribuyen sus éxitos y fracasos a la suerte, sino a factores que dependen de ellos y que pueden cambiar. Los principales beneficios de una sana autoestima en los niños son los siguientes:

  • Ser conscientes de sus logros y así fomentar una actitud basada en el “yo puedo”.
  • Aprender a creer en ellos mismos.
  • Desarrollar un diálogo interno positivo.
  • Ver el lado bueno de las cosas.
  • Identificar sus cualidades positivas y áreas de excelencia.
  • Aumentar la confianza en ellos mismos ayudándoles a reconocer sus cualidades especiales.

En definitiva, los niños con una sana autoestima son aquellos que cuentan con unas habilidades sociales adecuadas para poder afrontar con éxito distintas situaciones, tienen un alto nivel de autocontrol de sus impulsos y un optimismo que les ayuda a ver el lado medio lleno de la botella y que les aleja de los estados de ánimo depresivos en su vida adulta.

Cómo mejorar la autoestima de los niños

La autoestima no  se puede cambiar directamente. Nuestra experiencia en consulta nos indica claramente que no por decirle a un niño o adolescente que deje de pensar de forma negativa sobre sí mismo va a dejar de hacerlo inmediatamente. Para lograr cambios en este sentido, el abordaje terapéutico ha de ser indirecto, a través de la combinación de diferentes estrategias: en algunos casos se tratará de cambiar el comportamiento del niño, en otras de recompensar más explícitamente sus logros o de minimizar sus fracasos, desarrollar habilidades sociales…

Que los niños desarrollen una sana autoestima implica también que aprendan a aceptarse tal y como son, que reconozcan sus limitaciones para, desde ahí, intentar mejorarlas.

Autoestima niños

Autoestima niños

Ansiedad por separación

Ansiedad por separación

¿Qué es el Trastorno por Ansiedad de Separación?

La característica central del Trastorno por Ansiedad de Separación (TAS) consiste en una ansiedad excesiva que supera a lo esperado para el nivel de desarrollo del niño y que está relacionada con la separación de las personas a las que el niño se encuentra afectivamente ligado (generalmente, los padres). Cuando la separación tiene lugar, el niño puede experimentar una ansiedad próxima al pánico.

En estos casos, la vida social de los padres se ve seriamente afectada, ya que no pueden salir a ningún sitio, debido al comportamiento del hijo en las situaciones que implican separación.

Síntomas del Trastorno de Ansiedad por Separación

Para saber si estamos ante un TAS deben darse, al menos, tres de las siguientes circunstancias:

  • Preocupación persistente por perder a las personas con las que el niño se halla vinculado, o porque éstas sufran daño.
  • Malestar cuando existe o se anticipa una separación del hogar o de las figuras de referencia (padres, abuelos o cuidadores).
  • Resistencia o negativas a ir al colegio o a cualquier otro lugar que implique separación.
  • Resistencia o negativa persistente a irse a dormir sin una persona significativa cerca.
  • Pesadillas repetidas con contenido de separaciones de los padres o cuidadores.

Tratamiento del Trastorno de Ansiedad por Separación

Como norma general, cabe señalar que, aunque el tratamiento elegido en cada caso ponga especial énfasis en alguna o algunas de las técnicas terapéuticas más usuales en este tipo de problema, la mayoría de las veces empleamos programas terapéuticos amplios en los que se combinan con éxito diferentes estrategias.

Estas estrategias están orientadas, fundamentalmente, a fomentar la autonomía del niño y a evitar que obtenga algún beneficio con su actitud. De esta forma, tanto el niño como los padres pueden retomar su vida con normalidad.

Ansiedad por separación

Ansiedad por separación

 

Ansiedad por separación – Psicologos Sabadell

Ansiedad infantil

Ansiedad infantil

¿Qué es la ansiedad infantil?

La ansiedad infantil, en ocasiones, es una respuesta adecuada y necesaria ante determinadas situaciones que el niño percibe como peligrosas, de manera que le protege del sufrimiento. Pero hay casos en que los niños viven la ansiedad como una emoción desagradable sin causa aparente, o bien en un grado desproporcionado.

Síntomas en el niño:

Los síntomas de ansiedad en niños son un motivo habitual de consulta en psicología.

  • Miedos excesivos ante situaciones normales que no mejoran con la edad (como dormir solo…).
  • Temor excesivo a separarse de los padres, a ir al colegio, o a dormir fuera de casa…
  • Rabietas frecuentes, excesiva rigidez en el comportamiento.
  • Molestias abdominales, vómitos, mareos a los que no se encuentra causa física.
  • Obsesividad y comportamientos repetitivos (denominados compulsiones).
  • Timidez excesiva que impide el funcionamiento social (fobia social).

Trastornos de ansiedad más frecuentes en niños:

Entre los trastornos de ansiedad infantiles destacan:

  • El trastorno de ansiedad generalizada.
  • El trastorno de pánico.
  • El trastorno de ansiedad por separación.
  • Las fobias.
  • El trastorno obsesivo compulsivo.
  • El trastorno por estrés postraumático.

 

Ansiedad infantil

Ansiedad infantil

Ansiedad infantil – Psicologos Sabadell

Agresividad infantil

Agresividad infantil

 

¿Qué es la agresividad infantil?

La agresividad infantil es un estado emocional que conlleva sentimientos de ira, odio y deseos de dañar a otra persona (niño o adulto), animal u objeto.

Todos los niños, en algún momento, sienten agresividad. Lo que diferencia a los niños agresivos de los que no los son es el modo en que canalizan esta emoción.

Existen conductas agresivas (como por ejemplo, las rabietas) que forman parte de la sana evolución del niño y que son beneficiosas porque les ayudan a superar etapas de su desarrollo. Estos comportamientos son, además, una magnífica oportunidad para enseñar a los niños a entender y canalizar su agresividad. El problema se presenta cuando estas conductas se mantienen y no desaparecen con la edad correspondiente en cada caso. (¿Para qué sirven los comportamientos agresivos en los niños? Leer más…)

 

 

Síntomas de agresividad

Aunque existen diferentes formas de expresarla, hay unos síntomas comunes a todos los niños que indican ira o enfado:

  • Respiración acelerada.
  • Enrojecimiento de la cara.
  • Tensión muscular.
  • Puños cerrados.
  • Impulso (o acto) de golpear, romper o gritar.

Toda esta tensión emocional se traduce en empujones, golpes, arañazos, pellizcos, patadas, insultos, burlas amenazas, etc.

Cuando los niños no la expresan, sino que se la guardan dentro, corren el riesgo de somatizarla, en forma de dolores de cabeza, de estómago, diarreas o vómitos. En muchos casos, rompen a llorar para desahogarse.

 

 

Situaciones que desencadenan la agresividad infantil

Entre las situaciones que con más frecuencia desencadenan respuestas agresivas en los niños, se encuentran las siguientes:

  • Cuando algo no les sale como ellos quieren.
  • Cuando no se les compra lo que desean.
  • Cuando pierden en algún juego.
  • Cuando les resulta difícil alcanzar una meta.
  • Cuando se sienten más torpes que los demás.
  • Cuando los padres les obligan a hacer algo que, en ese momento, no les apetece.
  • Cuando los padres, profesores u otros adultos les marcan unas normas que a ellos les parecen injustas.
  • Cuando los compañeros se burlan de ellos.
  • Cuando algo les sale mal.

Tratamiento:

Generalmente, detrás de un niño que reacciona agresivamente hay un sentimiento deinseguridad (baja autoestima) y necesidad de afecto.

De esta forma, en la terapia con niños agresivos es muy importante prestar especial atención a estos aspectos, así como analizar dónde está el origen, cuál es la dinámica de funcionamiento familiar, cuáles son las carencias afectivas del niño, cómo se relaciona y se comunica con sus padres, con sus hermanos, con sus compañeros y profesores, etc.

Para que los niños puedan aprender a controlar su agresividad, necesitan saber qué es un comportamiento agresivo, deben aprender a diferenciar su rabia de otras emociones, reconocer qué cosas son las que le enfadan y aprender técnicas que les ayuden a controlar estos episodios. La terapia para ayudar a los niños a controlar su agresividad se centra en trabajar elementos como el autocontrol, la tolerancia a la frustración, la capacidad para saber posponer sus deseos y la adquisición de unas normas y límites coherentes y estables.

Agresividad infantil

Agresividad infantil

Agresividad infantil – Psicologos Sabadell

¿Necesitas ayuda?