Terapia de pareja VII
Por suerte, cada vez con más frecuencia las parejas que lo consideran necesario acuden a una consulta psicológica para intentar solucionar aquellos problemas que les aquejan o para superar esa crisis que están atravesando y dificulta su relación.
Así, entre los motivos de consulta más frecuentes que es posible observar en consulta se encuentran, entre otros:
– Discusiones habituales: disputas frecuentes en las que los diferentes puntos de vista se polarizan y alejan, dificultando el consenso y radicalizando la posición de cada uno de los miembros, los cuales a menudo se niegan a ceder.
– Cambio o estancamiento en alguna etapa del ciclo vital: es habitual encontrar parejas en las cuales tras el nacimiento del primer hijo por ejemplo, los miembros no logran una adaptación óptima a dicha etapa y se produce un distanciamiento entre ambos, existe por tanto, una dificultad de adaptación a la nueva fase. Igualmente, también es posible encontrar parejas en las que uno de los miembros se queda estancado en fases anteriores del ciclo vital, mientras el otro parece continuar con el avance y progreso.
– Infidelidad: otro de los motivos frecuentes de consulta en terapia de pareja es la infidelidad llevada a cabo por uno de los miembros de la misma, situación dolorosa y normalmente difícil de superar sin una ayuda externa y profesional.
– Discrepancias en cuanto al cuidado y educación de los hijos: los miembros de una pareja también pueden llegar a distanciarse si en lo relativo a los propios hijos y su educación no están de acuerdo, no se respetan y se contradicen. Aquí normalmente se interpreta la discrepancia del otro como un ataque e invalidación hacia la propia actuación parental, lo cual es advertido por los hijos que intentan aliarse con uno u otro progenitor incrementando así el enfrentamiento parental.
– Problemas sexuales: dentro de la pareja la actividad sexual constituye un pilar fundamental para su buen funcionamiento, de este modo, si ésta se ve alterada es plausible que aparezcan problemas y fricciones dentro de la pareja. En este sentido, es habitual que el problema sexual aparezca como consecuencia de otro de mayor calado y de la voz de alarma para avisar de que algo ocurre.
– Problemas psicológicos de uno de los miembros de la pareja: Esta situación ocurre cuando uno de los miembros de la pareja tiene algún problema o trastorno psicológico que éste se niega a reconocer, lo cual inevitablemente afecta a la relación y al otro miembro de la pareja ya que se generan conflictos habituales.
– Problemas relacionados con la familia extensa del otro miembro de la pareja: la familia política a menudo es motivo de conflicto dentro de la pareja, generalmente por la falta de diferenciación de uno de los miembros para con su familia de origen. Ante esta situación, es difícil para ese miembro poco diferenciado el establecer límites y normas con lo que se permite, de forma indirecta, la opinión, crítica o intromisión excesiva de esa familia en la pareja y todo lo que la rodea.
Si alguno de estos problemas citados se dan en la propia pareja, lo recomendable es poder iniciar un proceso terapéutico que pueda contribuir a superar tales conflictos al tiempo que permite volver a encontrarse a los miembros de la pareja distanciados y alejados.