Celos infantiles

¿Qué son los celos infantiles?

Los celos infantiles pueden definirse como un estado subjetivo caracterizado por una sensación de frustración en el niño que piensa que ya no es correspondido emocionalmente por las personas queridas (padres, abuelos, cuidadores,…) o, al menos, con la intensidad y frecuencia que él desea o necesita.

En la infancia, es habitual la aparición de celos tras el nacimiento de un hermanito. En cierto modo, el niño se protege y reclama seguir teniendo la misma atención que se le dispensaba antes y que ahora tiene que ser compartida. Por tanto, puede tener un cierto valor adaptativo. No obstante, en muchas ocasiones, esta respuesta es exagerada, prolongada en el tiempo y cursa con gran malestar y deterioro en las relaciones familiares. Es, en estos casos, cuando la ayuda profesional es aconsejable.

Síntomas de los celos infantiles

Normalmente, la respuesta del niño celoso cursa con envidia y resentimiento hacia la persona intrusa que se percibe como un rival para compartir el mismo espacio afectivo. Se considera que tienen un valor adaptativo en cuanto que es un sistema de regulación del niño para afrontar una nueva situación. Lo habitual es que vayan desapareciendo o reduciéndose a medida que el niño se hace mayor.

En algunas ocasiones, cuando son persistentes en el tiempo, frecuentes, de cierta intensidad y cursan con malestar significativo en la relación familiar es cuando podemos encontrarnos con los celos patológicos que sí pueden asociarse a ciertos factores internos del propio niño, entre otras causas.

Los celos entre hermanos pueden darse en los dos sentidos, es decir del hermano mayor hacia el menor y viceversa. En el primer caso, suelen aparecer conductas regresivas (conductas infantiles de imitación del hermano pequeño, enuresis secundaria, etc.). En el segundo caso, se manifiestan identificándose el hermano menor con el mayor, que le sirve de modelo, y reivindicando los derechos y privilegios que éste tiene por ser el mayor.

Tratamiento de los celos infantiles

La mejor forma de ayudar al niño a superar sus celos es intentando conocer cuál es el origen de los mismos. Para ello, debe tenerse en cuenta la historia previa del niño, sus circunstancias, su edad, etc. Es importante diferenciar entre la aparición repentina de los celos o un temperamento o personalidad celosa. En el primer caso, suelen estar provocados por la aparición de un elemento nuevo en la vida del niño, como puede ser el nacimiento de un hermano. En el segundo caso, se trata de niños con cierta predisposición a padecerlos y su tratamiento será más complejo.

Por norma general, aunque dependerá de las características concretas de cada caso, el primogénito suele superar estos celos con la ayuda de los padres. Una vez que se vuelve a sentir seguro y que ve que puede construir una relación de complicidad con su hermano, el problema se supera.

En el caso de que los episodios se mantengan en el tiempo, su magnitud sea desproporcionada respecto a lo esperado por su edad y educación recibida, produciéndose un deterioro en las relaciones familiares, es aconsejable la ayuda de un profesional.

Celos infantiles

Celos infantiles

 

Celos infantiles – Psicologos Sabadell