¿Qué son los Ataques de Pánico?

Según el DSM-IV (American Psychiatric Association, 1994) un ataque de pánico (también denominado crisis de angustia) consiste en la aparición temporal de intenso miedo, aprensión, terror o malestar que va acompañado frecuentemente de una sensación de peligro o catástrofe inminente y de un impulso a escapar y durante el cual cuatro o más de los siguientes trece síntomas aparecen de repente y alcanzan su máximo en 10 minutos o menos:

  1. Palpitaciones o ritmo cardíaco acelerado;
  2. Sudoración;
  3. Temblores o sacudidas;
  4. Sensaciones de falta de aire o ahogo;
  5. Sensación de atragantamiento;
  6. Dolor o malestar en el pecho;
  7. Náusea o malestar abdominal;
  8. Sensación de mareo, de inestabilidad o de desmayo;
  9. Desrealización o despersonalización;
  10. Miedo a perder el control o a volverse loco;
  11. Miedo a morir;
  12. Parestesias (entumecimiento o sensaciones de hormigueo);
  13. Ráfagas de calor o escalofríos.

Las personas que sufren un ataque de pánico experimentan un enorme temor a morir, a sufrir un infarto, un accidente vascular cerebral, a perder el control o a volverse loco. Junto a este miedo se presenta un necesidad urgente de huir del lugar donde ha experimentado la crisis. Es frecuente que el ataque de pánico se presente con falta de aire.

Los ataques de pánico se pueden presentar asociados a una gran cantidad de trastornos de ansiedad: agorafobia, fobia social, fobia específica, trastorno por estrés postraumático o trastorno por estrés agudo.

Tipos de Ataques de Pánico

  1. Ataque de pánico inesperado, sin causa conocida.
  2. Ataque de pánico provocado por desencadenantes ambientales (por ejemplo, ver un perro o una serpiente).
  3. Ataque de pánico que se relaciona o se ve propiciado con determinadas situaciones. Hay mayor probabilidad de que se desarrolle cuando se asocia a determinados estimulos, por ejemplo, al conducir un individuo tiene más probabilidad de experimentar un ataque de pánico pero también es posible que realice la conducción sin que se produzca el ataque.

¿Qué es el Trastorno de Angustia?

Cuando una persona sufre ataques de pánico (o amagos) de manera repetitiva e inesperada y desarrolla una preocupación continua acerca de la posibilidad de que le repitan y tengan consecuencias graves o catastóficas genera el llamado trastorno de angustia. Según aparezca con agorafobia o no dará lugar a dos tipos de trastornos diferentes: el Trastorno de angustia con agorafobia y el Trastorno de angustia sin agorafobia.

Para que se pueda diagnosticar este trastorno la persona tiene que haber sufrido al menos dos ataques de pánico. Algunos individuos que padecen este trastorno piensan que estas crisis de ansiedad realmente son la manifestación de una enfermedad grave (por ejemplo enfermedad coronaria) que puede poner al organismo en riesgo de muerte, otros creen que lo que les está pasando es que se están volviendo locos, o que llegará un momento donde perderán de manera total el control y podría ocurrir una catástrofe.

Entre un 50-65% de los individuos que padecen el trastorno de angustia desarrollan depresión. Es frecuente en este trastorno generar adicción a los fármacos o al alcohol. Este trastorno se puede dar asociado a otros: a la fobia social (entre un 15-30%), al trastorno obsesivo-compulsivo (entre un 8-10%), a la fobia simple (entre un 10-20%), a la ansiedad generalizada (25%) o a la ansiedad de separación.

Este trastorno se presenta en el 1,5-3,5% de la población y es más frecuente en las mujeres que en los hombres. Hay probabilidad de que este trastorno se presente en otros miembros de la misma familia. Los estudios entre gemelos muestran la influencia genética en la aparición de este trastorno.