Divorcio / Separación en la madurez
La madurez en la etapa de transición que todos los seres humanos estamos destinados a vivirla, una etapa en donde las personas en su mayoría han alcanzado sus metas profesionales, familiares sociales, académicas, etc.
La etapa de la madurez ha sido y sigue siendo estudiada por la psicología, y aunque no hay una regla que defina exactamente que es la madurez en su totalidad la psicología se ha valido como ciencia interdisciplinaria de todos los conceptos a fin de reunir y dar una definición no solamente psicológica sino integrativa de lo que involucra esta etapa de la vida.
El diccionario de la real academia española define la madurez como aquella persona que ha alcanzado su plenitud vital y aún no ha llegado a la vejez. Dentro del ámbito de la psicología la madurez es estudiada desde diferentes ámbitos y según sea la escuela psicológica que maneje cada profesional.
La psicología del desarrollo es una de las ramas de la psicología que estudia los ciclos de la vida del ser humano y es la encargada de estudiar esta etapa. La madurez en la actualidad muchos profesionales la estudian es sus diferentes áreas como son:
La madurez Física, consiste en el desarrollo del organismo en su totalidad
La madurez Psicológica, consiste en el desarrollo tanto afectivo, volitivo, y cognitivo
La madurez social, el desarrollo y desenvolvimiento de las relaciones humanas
La madurez es una etapa de neoformaciones y de crisis, el ser humano está en constante cambios y eso lo mantendrá a lo largo de su vida, la madurez fluctúa entre los 45 a 65 años, y es para muchos la etapa en donde no debería haber ninguna situación estresantes o crisis, los hijos ya han crecido y algunos de ellos se han casado y han formado sus propias familias.
Se ha cumplido el rol de padre, y es ahora donde nuestros intereses toman un rumbo diferente y nos dedicamos a otros asuntos, pronto vendrá la jubilación y con ellos un estilo de vida nuevo dentro de la etapa de la vejez.
Dentro de las muchas crisis y problemas que en esta etapa se presentan hay una que ha venido en auge en estos últimos 10 años, y este es el divorcio, fenómeno con origen multicausal y por lo tanto difícil de intervenir en muchos casos.
Hace unas dos décadas atrás era difícil de pensar en un divorcio en esta etapa, aunque se daban estos casos, no era la alternativa a escoger si había problemas conyugales, pues muchos consideran que esta etapa es donde se puede disfrutar más y sin tanta complicaciones la vida de pareja.
Cuestiones sociales, y hasta religiosas han pasado a segundo plano y el divorcio ha tomado fuerza a tal punto de ser considerado la opción más viable cuando ya no se quiere convivir con la pareja.
Pues en el mundo globalizado y postmoderno que vivimos hemos de ver que las causas del divorcio son múltiples, algunos afirman que la tecnología, la independencia económica que la mujer ha tenido en estos últimos años, ha favorecido que el divorcio vaya a un ritmo acelerado y siga creciendo.
Varios expertos en salud mental afirman que una de las causas de los divorcios en la edad madura o finales de esta se debe a los que ellos han denominado el síndrome del nido vacío, el cual consiste el abandono del hogar por parte de los hijos en busca de su propia independencia o formar una familia. Los expertos señalan que la mayoría de las parejas se centran más la crianza de los hijos y menos en la relación de pareja , cuando los hijos cumplen su ciclo dentro de la familia y los padres quedan solos descubren a sus cónyuges en su totalidad, sumado a esto si dentro de la relación ha existido problemas conyugales que no han sido solucionado ( infidelidades, maltrato físico o psicológicos), el síndrome se convierte en la vía más rápida para dar por terminado el matrimonio o la relación conyugal.
Un divorcio en esta etapa (madurez) tiende a ser muy doloroso, la idea de llegar solo a la vejez a muchas personas les aterra, no tener una compañía, no tener apoyo físico ni emocional, es desbastador.
Una información importante, es la que destaca la revista “British Medical Journal”, que realizo un estudio en personas de edad madura, en donde afirmaba que la soledad provocada por enviudamiento, separación o divorcio, eleva el riesgo de padecer deterioro cognitivo más tarde en la vida de las personas.
El ser humano es un ser sociable, no se podrá desarrollar completamente si no se relaciona, y si se ha relacionado durante mucho tiempo, el romper esos lazos se le hará una tarea difícil de sobrellevar.
¿Cómo evitar un divorcio en la madurez?
Cada pareja tiene su historia, no podemos dar una formula exacta y correcta ya que cada pareja es muy diferente, la forma de afrontar los problemas, la convivencia entre ellos, las vivencias y los lazos creados por el tiempo.
Hay que recordar que el divorcio es el resultado de algún suceso que ya no se puedo soportar más, cualquiera que haya sido el suceso, el divorcio es dar por terminado la relación y compromiso que se hizo en el pasado. El divorcio se vuelve un calvario cuando una de las dos partes no quiere aceptarlo, y se niega a dar un paso al costado de la relación.
En cambio otros ven que el divorcio es lo más sano y saludable, se dan cuenta que han estado unidos por diferentes factores, menos porque exista un sentimiento de por medio.
El hacer un análisis periódicamente en la relación conyugal es vital para evitar el divorcio, sea en la etapa madura o vejez. Una vez que se haya evaluado la relación es aconsejable definir nuevos objetivos y metas dentro de la relación. Estas acciones ayudan a esclarecer algunos detalles que en el transcurso del tiempo se fueron olvidando y que es el momento de volverlas a retomar.
El retomar los compromisos o pactos ayudan a crecer como persona, de esta forma también comunicamos el valor que significa la relación que hemos estado inmerso y que esperamos de ella en los siguientes años.
¿Qué hacer si se presenta el divorcio en la madurez?
Como lo habíamos catalogado en líneas anteriores el divorcio es una etapa muy difícil, pero será indispensable la actitud que tomemos ante aquello para poder soportarlo de forma pacífica y regulada.
Cuando alguien pasa por el divorcio, siempre va necesitarse que las personas de mucha confianza estén en esos momentos, personas que sirvan de apoyo emocional y sepan escuchar y atender a la persona que pasa por esta etapa dolorosa. La empatía juega un papel importante.
Mantener la calma muchas veces será imposible, cuando la situación se torne insostenible es mejor buscar ayuda profesional, y mejor aún si es en relaciones de pareja.
Mientras una vez ya terminado el proceso de divorcio es recomendable realizar actividades deportivas si en el caso de la persona pueda realizarlo, o realizar alguna actividad que rompa la rutina y que sea placentera. Poco a poco trabajar en el área de la autoestima que de seguro ha sido la más lastimada a fin de sentirse óptimamente tanto bio-psico-social y espiritualmente.
La madurez es una etapa para vivirla en plenitud, una antesala a la vejez, un ciclo en donde aprendemos cada día y donde las personas se vuelven fuentes de sabiduría, en el transcurso de la vida hay que aprender a estar preparado para todo evento que sea crucial en nuestras vidas, la mejor arma a favor en cualquier caso la actitud ante aquello.