Elena Reig

Psicóloga col. 9.279 — Rambla, 9 2º 2ª Sabadell

Alimentación

Alimentación

Importancia del hábito de la alimentación

La alimentación es fundamental para el crecimiento y el desarrollo físico del niño, y un medio de prevención de enfermedades. Muchas enfermedades físicas y psíquicas están relacionadas con una alimentación inadecuada, como la diabetes o la obesidad infantil.

También es importante como rutina, sinónimo de seguridad frente al desorden que genera el hecho de no tener unos buenos hábitos instaurados.

Contribuye al aprendizaje de la resolución de conflictos. Los primeros problemas que aparecen en la infancia son los relacionados con la comida y con el sueño. Si los niños aprenden a solucionarlos de forma adecuada, serán capaces de enfrentarse con éxito a otros problemas en edades posteriores.

Mediante la alimentación también se fomenta la autonomía del niño. Debe ser capaz de hacer las cosas por sí mismo (es decir, comer sin ayuda) y los padres deben enseñarle.

Problemas leves de la alimentación en los niños

La mayor parte de los problemas alimentación en la infancia son leves o menores. Este es el caso de los problemas de excesiva velocidad al comer, que puede finalizar en vómitos, la excesiva lentitud al comer, que puede conducir a la formación de bolos de comida y la negación a comer determinados alimentos, a cambios en la textura o en la forma de elaboración.

Se trata de problemas más o menos cotidianos que, habitualmente, no llegan a cronificarse ni a presentar complicaciones que pongan en peligro la vida del niño. Sin embargo, su ocurrencia diaria (e incluso varias veces por día) puede representar un grave problema para el equilibrio familiar y para la adaptación escolar del niño y requerir intervención psicológica. Asimismo, hay que considerar que, en algunos casos, la alteración de la alimentación puede dar lugar a una pérdida significativa de peso o retraso en la ganancia normal según la edad del niño, por lo que deben ser objeto de atención especializada tanto médica como psicológica.

En los siguientes enlaces, puede leer más información relacionada con los principales problemas leves o menores de la alimentación en los niños:

  • Niños que tardan mucho en comer (Leer más…)
  • Niños que no comen: rechazan o niegan alimentos (Leer más…)
  • Vómitos (Leer más…)

 Trastornos graves de alimentación en la infancia

Los problemas relativos a la cantidad de comida ingerida (obesidad, anorexia y bulimia) generalmente suponen graves alteraciones que, incluso, pueden llegar a poner en peligro la vida del niño.

  • Obesidad infantil (Leer más …). Entre los problemas más frecuentes relacionados con la alimentación se encuentra la obesidad infantil. El porcentaje de niños obesos ha aumentado más del doble en los últimos veinte años y algunos estudios han llegado a calificar la obesidad infantil de epidemia. Las principales causas de la obesidad infantil son la alimentación inadecuada y la vida sedentaria. Causas de la obesidad infantil (Leer más…)
  • Menos frecuentes son la anorexia infantil, la bulimia infantil y la rumiación. A pesar de su baja incidencia, es conveniente prevenirlas a tiempo y requieren siempre de atención profesional.

     

Alimentación

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Alimentación – Psicologos Sabadell

Adicción video juegos

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¿Qué es la depresión infantil?

La depresión infantil es un trastorno afectivo que se caracteriza por la presencia la mayor parte del día, casi cada día, durante al menos dos semanas consecutivas, de un estado de ánimo triste o irritable, y/o de pérdida del interés y de la capacidad para disfrutar de actividades que antes eran placenteras para el niño.

Causas de la depresión infantil

Hoy día, se cree que ciertas características específicas de algunos niños les hacen más propensos a una depresión tras la aparición de acontecimientos ambientales estresantes, bien crónicos o bien puntuales (Causas de la depresión infantil: leer más…).

Síntomas de la depresión

Los síntomas que pueden anunciar la depresión infantil son:

  • Síntomas afectivos: tristeza, irritabilidad, falta de interés, llanto, desesperanza, cambios bruscos de humor.
  • Síntomas cognitivos: falta de concentración, de memoria, de atención, sentimientos de inutilidad o culpa, baja autoestima, indecisión.
  • Síntomas motores: pérdida de energía, cansancio, disminución o aumento de la actividad, insomnio o hipersomnia.
  • Síntomas sociales: aislamiento, retraimiento.
  • Síntomas conductuales: desobediencia, riñas, protestas, rabietas, indisciplina, delincuencia, piromanía, conducta agresiva.
  • Síntomas fisiológicos: enuresis, dolores, pesadillas, pérdida de apetito. de peso, de sueño.

No todos los niños con depresión padecen todos los síntomas y con la misma duración. La gravedad de los síntomas varía en cada niño y también puede variar con el tiempo. Algunos padecen unos pocos síntomas, otros tienen muchos; algunos experimentan los síntomas durante semanas y otros durante meses.

Tratamiento psicológico de la depresión infantil

La terapia psicológica de la depresión infantil es individualizada, adaptada a cada niño y a la fase del desarrollo en que se encuentra (su funcionamiento cognitivo y su nivel de maduración) e involucra de una manera activa a los padres.

El tratamiento psicológico de los niños con depresión está dirigido a conseguir tres objetivos generales:

  • Que el niño adquiera una serie de habilidades de afrontamiento que el permitan controlar y reducir los síntomas depresivos más importantes, particularmente los síntomas claves relacionados con el estado de ánimo (la tristeza, la irritabilidad y la ansiedad).
  • Que aprenda una serie de habilidades sociales y de solución de problemas que le permitan afrontar adecuadamente las dificultades cotidianas relacionadas con su depresión.
  • Que aprenda una forma más adaptativa de procesar la información sobre él mismo y sobre su entorno, cambiando sus pensamientos y actitudes negativas.

Una parte muy importante de la psicoterapia para la depresión en niños se dirige a los padres, especialmente en el caso de los niños menores de 12 años, ya que estos dependen mucho del comportamiento y de la actitud de los padres.

Los objetivos concretos de las intervenciones con los padres se centran en enseñarles:

  • Métodos positivos para manejar con éxito la conducta de los hijos.
  • Habilidades personales para el control de sus propias emociones de ira y hostilidad.
  • Procedimientos para aumentar la autoestima de los niños con depresión.
  • Habilidades para escuchar empáticamente a los hijos.
  • Habilidades para planificar actividades lúdicas en familia que estén pensadas para los hijos y que se realicen con ellos, de manera que se incremente el nivel de actividad del niño y se refuercen las actitudes no depresivas.

Cuando un niño presenta uno o más de los síntomas mencionados, los padres deben buscar ayuda profesional lo antes posible. La depresión es una enfermedad tratable y con la intervención adecuada, y a tiempo, pueden evitarse consecuencias muy serias.

Adicción video juegos

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Adicción video juegos – Psicologos Sabadell

 

Depresión infantil

Depresión infantil

 

¿Qué es la depresión infantil?

La depresión infantil es un trastorno afectivo que se caracteriza por la presencia la mayor parte del día, casi cada día, durante al menos dos semanas consecutivas, de un estado de ánimo triste o irritable, y/o de pérdida del interés y de la capacidad para disfrutar de actividades que antes eran placenteras para el niño.

Causas de la depresión infantil

Hoy día, se cree que ciertas características específicas de algunos niños les hacen más propensos a una depresión tras la aparición de acontecimientos ambientales estresantes, bien crónicos o bien puntuales (Causas de la depresión infantil: leer más…).

Síntomas de la depresión

Los síntomas que pueden anunciar la depresión infantil son:

  • Síntomas afectivos: tristeza, irritabilidad, falta de interés, llanto, desesperanza, cambios bruscos de humor.
  • Síntomas cognitivos: falta de concentración, de memoria, de atención, sentimientos de inutilidad o culpa, baja autoestima, indecisión.
  • Síntomas motores: pérdida de energía, cansancio, disminución o aumento de la actividad, insomnio o hipersomnia.
  • Síntomas sociales: aislamiento, retraimiento.
  • Síntomas conductuales: desobediencia, riñas, protestas, rabietas, indisciplina, delincuencia, piromanía, conducta agresiva.
  • Síntomas fisiológicos: enuresis, dolores, pesadillas, pérdida de apetito. de peso, de sueño.

No todos los niños con depresión padecen todos los síntomas y con la misma duración. La gravedad de los síntomas varía en cada niño y también puede variar con el tiempo. Algunos padecen unos pocos síntomas, otros tienen muchos; algunos experimentan los síntomas durante semanas y otros durante meses.

Tratamiento psicológico de la depresión infantil

La terapia psicológica de la depresión infantil es individualizada, adaptada a cada niño y a la fase del desarrollo en que se encuentra (su funcionamiento cognitivo y su nivel de maduración) e involucra de una manera activa a los padres.

El tratamiento psicológico de los niños con depresión está dirigido a conseguir tres objetivos generales:

  • Que el niño adquiera una serie de habilidades de afrontamiento que el permitan controlar y reducir los síntomas depresivos más importantes, particularmente los síntomas claves relacionados con el estado de ánimo (la tristeza, la irritabilidad y la ansiedad).
  • Que aprenda una serie de habilidades sociales y de solución de problemas que le permitan afrontar adecuadamente las dificultades cotidianas relacionadas con su depresión.
  • Que aprenda una forma más adaptativa de procesar la información sobre él mismo y sobre su entorno, cambiando sus pensamientos y actitudes negativas.

Una parte muy importante de la psicoterapia para la depresión en niños se dirige a los padres, especialmente en el caso de los niños menores de 12 años, ya que estos dependen mucho del comportamiento y de la actitud de los padres.

Los objetivos concretos de las intervenciones con los padres se centran en enseñarles:

  • Métodos positivos para manejar con éxito la conducta de los hijos.
  • Habilidades personales para el control de sus propias emociones de ira y hostilidad.
  • Procedimientos para aumentar la autoestima de los niños con depresión.
  • Habilidades para escuchar empáticamente a los hijos.
  • Habilidades para planificar actividades lúdicas en familia que estén pensadas para los hijos y que se realicen con ellos, de manera que se incremente el nivel de actividad del niño y se refuercen las actitudes no depresivas.

Cuando un niño presenta uno o más de los síntomas mencionados, los padres deben buscar ayuda profesional lo antes posible. La depresión es una enfermedad tratable y con la intervención adecuada, y a tiempo, pueden evitarse consecuencias muy serias.

Depresión infantil

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Depresión infantil – Psicologos Sabadell

Celos infantiles

Celos infantiles

¿Qué son los celos infantiles?

Los celos infantiles pueden definirse como un estado subjetivo caracterizado por una sensación de frustración en el niño que piensa que ya no es correspondido emocionalmente por las personas queridas (padres, abuelos, cuidadores,…) o, al menos, con la intensidad y frecuencia que él desea o necesita.

En la infancia, es habitual la aparición de celos tras el nacimiento de un hermanito. En cierto modo, el niño se protege y reclama seguir teniendo la misma atención que se le dispensaba antes y que ahora tiene que ser compartida. Por tanto, puede tener un cierto valor adaptativo. No obstante, en muchas ocasiones, esta respuesta es exagerada, prolongada en el tiempo y cursa con gran malestar y deterioro en las relaciones familiares. Es, en estos casos, cuando la ayuda profesional es aconsejable.

Síntomas de los celos infantiles

Normalmente, la respuesta del niño celoso cursa con envidia y resentimiento hacia la persona intrusa que se percibe como un rival para compartir el mismo espacio afectivo. Se considera que tienen un valor adaptativo en cuanto que es un sistema de regulación del niño para afrontar una nueva situación. Lo habitual es que vayan desapareciendo o reduciéndose a medida que el niño se hace mayor.

En algunas ocasiones, cuando son persistentes en el tiempo, frecuentes, de cierta intensidad y cursan con malestar significativo en la relación familiar es cuando podemos encontrarnos con los celos patológicos que sí pueden asociarse a ciertos factores internos del propio niño, entre otras causas.

Los celos entre hermanos pueden darse en los dos sentidos, es decir del hermano mayor hacia el menor y viceversa. En el primer caso, suelen aparecer conductas regresivas (conductas infantiles de imitación del hermano pequeño, enuresis secundaria, etc.). En el segundo caso, se manifiestan identificándose el hermano menor con el mayor, que le sirve de modelo, y reivindicando los derechos y privilegios que éste tiene por ser el mayor.

Tratamiento de los celos infantiles

La mejor forma de ayudar al niño a superar sus celos es intentando conocer cuál es el origen de los mismos. Para ello, debe tenerse en cuenta la historia previa del niño, sus circunstancias, su edad, etc. Es importante diferenciar entre la aparición repentina de los celos o un temperamento o personalidad celosa. En el primer caso, suelen estar provocados por la aparición de un elemento nuevo en la vida del niño, como puede ser el nacimiento de un hermano. En el segundo caso, se trata de niños con cierta predisposición a padecerlos y su tratamiento será más complejo.

Por norma general, aunque dependerá de las características concretas de cada caso, el primogénito suele superar estos celos con la ayuda de los padres. Una vez que se vuelve a sentir seguro y que ve que puede construir una relación de complicidad con su hermano, el problema se supera.

En el caso de que los episodios se mantengan en el tiempo, su magnitud sea desproporcionada respecto a lo esperado por su edad y educación recibida, produciéndose un deterioro en las relaciones familiares, es aconsejable la ayuda de un profesional.

Celos infantiles

Celos infantiles

 

Celos infantiles – Psicologos Sabadell

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